“Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto” (Aristóteles)
“La enseñanza que deja huella, no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón.”
Trabajamos juntos para alcanzar la inteligencia emocional a través de proyectos transversales que den a nuestros alumnos las siguientes estrategias fundamentales para ello:
- Autoconciencia: la habilidad de reconocer e identificar las emociones en ti mismo, así como su origen.
- Autocontrol: tu capacidad de controlar los impulsos y retrasar la recompensa inmediata.
- Empatía: la habilidad para conectar con las emociones y motivos de los demás.
- Habilidades sociales: la capacidad de relacionarte satisfactoriamente con los demás, gestionar conflictos, comunicarte claramente e influir sobre las personas.
Otros autores también añaden la motivación a tu eje emocional.
El objetivo es que encuentren el equilibrio, ayudarles a gestionar situaciones y emociones, abordar temas importantes para los alumnos, contenerlos, guiarlos y facilitarles las herramientas necesarias para llevarlo a cabo.
Todo ello a través de proyectos concretos pero también en el día a día permitiendo a los alumnos que expresen cada día cómo se sienten, preguntándoles qué necesitan, dándoles tiempo de introspección y trabajo personal, porque creemos necesario el desarrollo de la parte espiritual y trascendental de nuestros alumnos. Y sobre todo porque queremos que sean muy felices.